Patricia San Agustín






Soy de Zaragoza, aunque ya llevo unos años echando raices aquí en Barcelona.

Soy algunas cosas, nutricionista, logopeda infantil, Maestra de Infantil y Educación Especial, Psicomotricista, Especialista en Atención Temprana, y puede que alguna que otra cosa más... soñadora, entusiasta y fabricante de abrazos para todo aquel que los necesite.

Siempre digo que he llegado a este puerto por casualidad, pero que este amarre me estaba esperando, porque... yo soy de esa gente que dice: tengo la suerte de no trabajar ni un solo día de mi vida, simplemente hago lo que me hace feliz...

Quizás tendría que haber sido dietista, o quizás otra cosa... pero por casualidad, un día, caminando por la calle, me crucé con un montón de niños todos ellos sordos y pensé... ¿cómo aprenden si no oyen? y ahí se me abrió un mundo enorme y apasionante, quería acompañar a todos estos niños en su desarrollo, quería poder enseñarles de una manera que ellos se sintiesen cómodos...

En ese instante me di cuenta de qué es lo que quería hacer el resto de mis días... y ahí empecé un largo camino de formación y experiencias maravillosas, con niños de edades diversas y cada uno con sus características personales... más allá del mundo de la sordera, la deficiencia visual, los trastornos autistas, los déficits de atención, retrasos en el habla y el lenguaje... las diferentes maneras de cada uno de ver el mundo... quise ver a través de los ojos de cada uno de esos niños y ver cómo sentían... me cautivó el apasionante mundo de las emociones....y hasta hoy!!

Siempre quise ser mamá, pero nunca imaginé que lo disfrutaría tanto tanto.... Soy mamá de tres duendecillas, Lucía nacida en 2010, Patrica, nacida en 2011 y Sofía, nacida en 2013. Ya tenía un camino recorrido junto a niños, acompañándoles en todo su proceso de desarrollo, pero la maternidad trajo conmigo una mayor sensibilidad hacia todo aquello que a veces no se ve, a todo aquello que envuelve a esa “personita”, sus derechos, sus necesidades físicas y emocionales, esas cosas tan fundamentales para que crezcan felices, fuertes por fuera y tiernos por dentro.

Sentí la verdadera importancia que tiene la primera infancia para el desarrollo posterior de la persona, y sobre todo, sentí la necesidad de respetar que los niños sean niños, que tengan la posibilidad de descubrir por ellos mismos, a su ritmo, según sus intereses, que su único y más importante quehacer durante estos seis años sea jugar, el mejor y único medio con el que van a aprender todo lo que necesitan aprender a esta edad... y que nuestro principal papel sea acompañarles, darles seguridad, estabilidad y confianza. (a pesar de que mucha gente piensa que esta visión de la educación no contempla los límites, no es así, los límites están, y son muy necesarios!!).
He aprendido que el acompañamiento requiere desarrollar unas capacidades en nosotros fundamentales, la capacidad de escucha, de observación, de reflexión, de profundo respeto hacia los demás, de paciencia... porque el momento siempre llega.  No es fácil para ellos entender todas las normas sociales que existen en la sociedad... lo que está bien, lo que está mal, lo que tiene que ser ahora o lo que puede ser después, cuando empezamos las relaciones sociales se abre otra ventana enorme para ellos, cómo resolvemos los conflictos, tantas cosas que aprender requiere  tiempo...

De este sentimiento, junto con la necesidad de encontrar un lugar donde el proceso de separación con los padres fuese a medida, según las necesidades de cada familia, de cada niño... nace este proyecto.
Estuvo tiempo en la trastienda, cogiendo forma, buscando todas las piezas...y un buen día, me encontré frente a mi, a la persona que se complementaba perfectamente conmigo para presentar a todos este nuevo proyecto, le dimos unas pinceladas de luz y de color y unos cuantos sacos de alegría y amor... esto es lo que ha salido!!

1 comentario:

  1. Gracias Patricia por creer en tus sueños y crear un espacio como este. Justo era lo que deseaba y doy fe que ha superado con creces mis expectativas.
    Te felicito por crear un equipo armónico que se respira al entrar por la puerta. Un equipo lleno de ilusión y una siempre eterna sonrisa.
    Bea, Anabel, Vivi, Sandra y Marina son autenticas hadas de los niños.
    Ojalá se os pudiera clonar!!!!
    De todo corazón recomiendo este lugar a aquellos padres que, como yo, busquen dejar a sus hijos como en casa.
    Gracias!!!

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